El pleno del Senado de la República aprobó en lo general la reforma a los artículos 129 y 148 de la Ley de Amparo con 69 votos a favor y 42 en contra. La reforma establece que, en juicios de amparo que resuelvan la inconstitucionalidad de normas generales, las suspensiones que se dicten no tendrán efectos generales.
Durante la sesión vespertina, la presidenta de la Comisión de Justicia, Olga Sánchez Cordero, defendió la reforma al afirmar que no se están afectando derechos ni realizando una regresión en las garantías ni en la promoción de derechos. Añadió que se está de acuerdo con el principio de la relatividad de las sentencias de amparo y del principio de constitucionalidad de las leyes.
Sin embargo, la reforma generó fuertes críticas de la oposición. La senadora sin partido Claudia Ruiz Massieu consideró que la reforma se enmarca en un contexto de confrontación promovida por el Poder Ejecutivo con el Poder Judicial, debido al freno que pusieron los jueces a la actuación inconstitucional del Poder Legislativo y del Ejecutivo en temas importantes para la agenda presidencial.
Por su parte, la senadora de Movimiento Ciudadano Laura Ballesteros expresó su preocupación por la reforma, señalando que es un paso hacia la destrucción del juicio de amparo como una herramienta eficiente para defender derechos humanos. Ballesteros también acusó al presidente de intentar imponer leyes autoritarias.
La discusión en lo particular continúa con reservas de 15 senadores a diversos artículos de la reforma, y se espera que el debate sobre este tema continúe en las próximas sesiones.