Cualquiera, puede ser consultor ambiental
Columnas jueves 17 de abril de 2025 - 01:00
Mis actividades en el activismo ambiental iniciaron en 1990, como secretario de Residuos Tóxicos del Movimiento Ecologista Mexicano, A.C. fundado por el Arq. Alfonso Ciprés Villarreal (finado), desde entonces he tenido la oportunidad de conocer y tratar con decenas de “funcionarios” de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de sus organismos desconcentrados.
Fundamentalmente con funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desde su creación en 1992 estos dos organismos son los que han albergado, desde su creación (hasta el día de hoy) un alto grado de corrupción.
La Profepa, precisamente por las funciones de vigilancia del cumplimiento normativo de más de 345,000 empresarios mexicanos que contaminan el aire ambiente, el agua y no manejan adecuadamente sus residuos.
En el caso de la Conagua, por el control y otorgamiento de concesiones de pozos de agua que autorizan la explotación de acuíferos a empresarios. Es allí donde de manera natural (como dijo Enrique Peña Nieto, es parte de nuestra cultura) se registra la corrupción, pero hay otro tipo de corrupción que es la de todos estos “funcionarios” que ocupan cargos importantes en estos organismos, que son nombrados no por su preparación técnica o conocimiento del tema, sino por la relación de amistad o de pertenencia a sus franquicias (partidos) políticas.
Recuerdo en 1991 conocí al médico pediatra Eduardo Palazuelos, nombrado secretario de Medio Ambiente del entonces Departamento del Distrito Federal, cuyo Regente era Manuel Camacho Solís. En el caso del gobierno de Vicente Fox Quesada, tuvo la ocurrencia de nombrar a José Luis Luege Tamargo (ingeniero químico metalúrgico) como Procurador Federal de Protección al Ambiente, quien desmanteló la Profepa despidiendo a decenas de técnicos con mucha experiencia para nombrar a sus correligionarios “militantes panistas” que no tenían ni idea delas funciones que deberían realizar.
Pero lo más grave, es que muchos “funcionarios” como Victor Lichtinger Waisman, economista de UAM, Juan Rafael Elvira Quesada, Ingeniero Agrícola Rafael Pacchiano Alamán y Juan José Guerra Abud, ingenieros industriales que fueron titulares de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que pasaron sin pena ni gloria por la (ahora disminuida) Semarnat. Ahora se presentan como consultores ambientales, expertos.
Nada más alejado de la realidad, podrán ser “coyotes” y abusar de sus relaciones con empleados corruptos de menor rango en la Semarnat para “agilizar” trámites de autorizaciones.
Pero el colmo es el caso de la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas (Dggimar) de Semarnat. Sujetos como el abogado mediocre César Murillo Juárez, quien sin cumplir con el perfil del puesto o el ingeniero industrial Erick Jiménez Quiroz, jovencito ignorante, ambos nombradoscomo titulares de Dggimar por Rafael Pacchiano Alamán, se presenten ahora como consultores ambientales. También subsecretarios, como Mauricio Limón Aguirre, quien ahora se dice consultor. No tienen vergüenza.
*Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores