Los beneficios de la lectura a nivel cerebral

En algunos medios de comunicación se ha estimado que la población lectora está disminuyendo gradualmente en México, pues en los últimos doce meses, la población que se asume como lectora de libros, revistas, periódicos, historietas o sitios en internet bajó de 71.8% de la población a 68.5% en 2023.

Es por eso por lo que, en esta ocasión quiero aprovechar este espacio para contarles que la lectura es una actividad que ofrece múltiples beneficios a nivel cerebral, fomentando el desarrollo y la salud del cerebro de diversas maneras. 

Como especialista de la salud, puedo asegurar que leer regularmente mantiene el cerebro activo y comprometido, lo cual puede ralentizar el deterioro cognitivo relacionado con la edad. La estimulación mental que proporciona la lectura es similar a un ejercicio para el cerebro, fortaleciendo las conexiones neuronales y promoviendo la formación de nuevas sinapsis.

Además, la lectura requiere recordar una serie de personajes, sus antecedentes, ambiciones, historia y matices, así como los diferentes subtemas que componen la trama. Cada nueva memoria crea nuevas sinapsis, o, mejor dicho, conexiones cerebrales, lo que refuerza las existentes; esto contribuye a mejorar la capacidad de retención y memoria a largo plazo.

En nuestra sociedad de ritmo rápido, las capacidades de concentración y atención son cada vez más escasas. La lectura obliga a enfocarse en una sola cosa durante un período prolongado. Al hacerlo regularmente, se mejora la habilidad de concentrarse y mantener la atención, lo cual es beneficioso para otras áreas de la vida diaria.

Me gustaría enfatizar que un buen libro puede transportar al lector a otros mundos, permitiendo que se olvide temporalmente de sus preocupaciones y tensiones cotidianas. Esta inmersión y escapismo tiene efectos relajantes, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad, lo que a su vez tiene un impacto positivo en la salud mental general.

Estudios neurocientíficos han demostrado que la lectura mejora la conectividad en el cerebro, particularmente en las áreas involucradas en el lenguaje y la comprensión. La lectura regular puede aumentar la actividad en estas áreas, mejorando así la función cerebral general.

En otros niveles no tan cognitivos, leer expone a nuevas palabras y frases, enriqueciendo el vocabulario del lector. Además, los libros ofrecen información sobre diferentes temas, culturas y perspectivas, lo cual amplía los conocimientos y la comprensión del mundo. Un vocabulario más amplio y conocimientos diversos son herramientas valiosas en la comunicación efectiva y el pensamiento crítico.

A través de la lectura de ficciones, especialmente aquellas que profundizan en las emociones y experiencias de los personajes, se desarrolla la empatía. Al identificar y comprender las emociones y perspectivas de los personajes, los lectores pueden trasladar esta habilidad a la vida real, mejorando sus relaciones interpersonales y su capacidad de comprender a los demás.

Finalmente quiero cerrar este espacio concluyendo que la lectura no solo es una fuente de placer y conocimiento, sino también un ejercicio vital para la salud cerebral. Fomentar el hábito de la lectura puede contribuir significativamente a un cerebro más fuerte, más ágil y más saludable a lo largo de la vida.