Un ejemplo de por qué el punk no ha muerto (ni morirá)

Por Noel Tierbur / Notistarz/AMEXI

Es absolutamente innegable, que el punk es un género musical que rompe con el tópico de “sólo consumir”. Su trascendencia se concreta principalmente en su proceso de permanencia y vitalidad a través de los tiempos y los espacios de todo el mundo como movimiento sociocultural (algunos podrán utilizar el concepto de “contracultural”, lo cual es muy válido) que expone, denuncia, socializa, incita, invita e inspira al análisis riguroso y a la reflexión crítica a partir, principalmente, de su lírica. Pero sobre todo, a la praxis.

Como muestra de ello, la mítica banda originaria de Salvatierra (territorio provinciano vasco de Álava) “La Polla Records”, ha sido fuente de inspiración para que el profesor de Filosofía, Tomás García Azkonobieta creará su libro “La filosofía es la Polla” (Pepitas de calabaza, 2024). Presentada el 21 de marzo pasado en Logroño, al norte de España.

 Agotadas sus ventas en pocas semanas, es como en abril se saca una segunda edición que aún no aterriza a México pero que seguro no pasará de este año para poder hallarle en estanterías de librerías.

Esta mítica banda, se funda en 1978 y con algunos años separada (en 2003 se disolvieron), posteriormente retoman su camino en febrero de 2019. Así el 10 de mayo del mismo año, lanzan su álbum "Ni descanso, ¡ni paz!", con 19 canciones regrabadas de sus tres discos iniciales y una canción inédita, que da nombre al disco y para la cual ve a la luz un videoclip (algo no común en esta agrupación). De esta gira internacional, en 2020, dan dos conciertos en nuestro país, siendo la Ciudad de México y Guadalajara los estados elegidos. Es así como también sacaron un álbum en directo: Levántate y muere.

Y es que, no es para menos, la carga de filosofía y estruendos de política en sus canciones de esta banda referente del punk en español, puede ser una herramienta pedagógica interesante para abordar los temas de las ciencias sociales, no sólo los tradicionales sino las problemáticas contemporáneas tal como provoca las primeras líneas de la rola Ni descanso, ni paz!

“Nuestro mundo civilizado se acaba/los humanos residuales ya no somos reciclables/El sistema de bienestar está muerto. La tercera guerra mundial dura demasiado tiempo/ la tecnología nos ha rebasado/El capitalismo te va a devorar…”.

O “El Ojo Te Ve”, tema clásico de su repertorio, que contrastado con la obra literaria de George Orwell tiene mucho sentido cada que caminamos por las calles de la ciudad de México y vemos cada cuadra casi tapizada de cámaras de videos… O para los diputados en turno y para los que vienen “El congreso de ratones” o “La justicia” que lanza una interrogante como dardo lacerante a los de arriba “¿Por qué vuestro orden necesita de la fuerza?/¿Por qué golpeais y destrozais cuerpos y mentes?”. “Johnny” expresa, entre otras cosas, la “heroicidad” de los pilotos militares estadounidenses que luchan por preservar la paz mundial y la patria nacional al bombardear territorios “hostiles”… Por lo tanto no es un asesino, porque los buenos de esta película son ellos y su gente.

“No somos Nada” porque somos TODO.

Para contrastar, la balada “Pastelarium”. Sí, en el punk hay baladas tan geniales también sin caer en el escenario de letras romanticoides mercantiles de las últimas décadas. O bien temas tan optimistas pero puestos en la realidad concreta de nuestra existencia -tan corta- que nos hace sacar una conclusión acertada: “Hoy es el futuro”.

El ingenio puesto y propuesto en las canciones de esta banda, justo buscan provocar y astillar las ideas que la clase dominante impone y la sociedad en general cree y reproduce consciente o inconscientemente. Y por consecuencia también hace prevalecer… Justo, como toda obra de arte que busca cuestionar el orden establecido, más implícitamente, pero ni menos explícitamente, en el legado de La Polla Records se halla un argumento sólido y dimensionalmente real de por qué el punk sigue vivo, fresco, jovial… Porque es un hecho que “No somos Nada” porque somos TODO.