Por Daniela Méndez
Elena Lazos Chavero, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, afirmó que “la deforestación, erosión de suelos, cambio climático, pérdida de agro biodiversidad, falta de mercados justos, migración de jóvenes y violencia, son algunos de los principales problemas que amenazan al campo mexicano.
Desde hace 50 años, el campo mexicano pasa por crisis continuas y profundas, que han deteriorado el bienestar de la mayor parte de las familias campesinas e indígenas. Estas dificultades estructurales se agudizan por los eventos hidrometeorológicos extremos.
Elena Lazos, añadió “la variabilidad climática y el registro cada vez más constante de sequías o de huracanes es una situación preocupante, y este panorama hace aún más frágiles a los pequeños y medianos agricultores, porque pierden el fruto de su trabajo, su inversión e incluso la tierra”.
Para enfrentar esa situación, es necesario coordinar directrices ambientales, agroalimentarias (desde la producción hasta el consumo), de bienestar y salud, y que éstas sean el pilar de desarrollo para los pequeños y medianos productores, remarcó la universitaria.
También, se deben impulsar economías solidarias bajo alternativas comunitarias, tener un mercado que remunere justamente y brinde prosperidad a los agricultores, e incitar a los consumidores para que adquieran productos de los campesinos.
Lazos Chavero, quien coordina un proyecto del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica, bajo ese eje, refirió que “en el caso del maíz blanco, principalmente para el consumo humano, alrededor del 35 % que se cosecha proviene de grandes productores (con superficies mayores a 50 hectáreas), y de 50 a 65 % de pequeños y medianos agricultores (con extensiones de cinco a 50 hectáreas) de Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Tlaxcala y Jalisco, entre otros.
Por ello, reiteró, es imperioso adquirir alimentos mexicanos cultivados por pequeños y medianos agricultores.
Por último, Elena Lazos consideró que si dejamos de usar agroquímicos, los cuerpos de agua se recuperarán de la contaminación y la calidad de los comestibles mejorará.
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