La transición hacia la electromovilidad en México requiere la colaboración entre el sector privado, las armadoras, las instituciones financieras y las autoridades para lograr una implementación eficiente, afirmó Jesús Padilla Zenteno. Su declaración se dio en el marco del Salón de movilidad eléctrica en América Latina y el Caribe, llevado a cabo en la sede del Banco Mundial (BM) en Washington, D.C.
Este foro se realizó como parte de Transformar el Transporte (Transforming Transportation, TT25), una iniciativa organizada por el BM y el Centro Ross para Ciudades Sostenibles del Instituto de Recursos Mundiales (WRI). En el evento participaron destacadas personalidades del sector, como Renée Amilcar, presidenta de la Unión Internacional de Transporte Público (UITP); Anna Bjerde, directora general de Operaciones del BM; y Guangzhe Chen, vicepresidente de Infraestructura del mismo organismo, entre otros.
Bajo el título Desbloqueando la transición hacia el transporte público eléctrico en América Latina y el Caribe, esta primera edición del Salón contó con la participación de Jesús Padilla Zenteno, director general de Grupo CISA. Durante su intervención, el empresario destacó que la electromovilidad en México avanza como una alternativa sostenible para el presente y el futuro del transporte.
En este contexto, recordó que la UITP reconoció a la actual presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, por el programa de movilidad eléctrica implementado durante su gestión como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, el cual incluyó sistemas como Metrobús, Trolebús, Metro, Tren Ligero y Cablebús. Asimismo, destacó que estos avances han continuado bajo la administración de Clara Brugada Molina, con la expansión del Cablebús, la ampliación del Metrobús (líneas 0 y 8) y la modernización del Metro.
Jesús Padilla explicó que la incursión de Grupo CISA en la electromovilidad comenzó hace tres años con la operación del Trolebús elevado y la reciente incorporación de unidades eléctricas en la Línea 4 del Metrobús. Sin embargo, enfatizó que la empresa ha seguido de cerca las tendencias globales del transporte público durante dos décadas.
Según cifras oficiales, hasta enero de 2025, México ha incorporado 744 autobuses eléctricos de diversas marcas y modelos, de los cuales el 17.5% (130 unidades) pertenecen a Grupo CISA. Esta inversión ha superado los mil 100 millones de pesos (53.8 millones de dólares), lo que, en palabras de Padilla, representa “un gran esfuerzo y verdaderos casos de éxito”.
El empresario subrayó que la participación del sector privado en la electromovilidad implica un proceso de capacitación y adaptación para técnicos y operadores. Para ello, es fundamental contar con el respaldo de organismos nacionales e internacionales como el World Bank Group, el Banco Interamericano de Desarrollo y WRI. Además, resaltó la necesidad de apoyo en temas de financiamiento, incentivos fiscales y regulaciones arancelarias.
Otro desafío importante, señaló, es el desarrollo y estandarización de estaciones de carga, así como la colaboración con fabricantes y armadoras para mejorar la eficiencia en el mantenimiento de los autobuses eléctricos. También enfatizó la importancia de comprender factores como el clima y el almacenamiento de energía para optimizar la vida útil de las baterías y garantizar una operación más eficiente de las unidades.
Grupo CISA, conformado por 25 empresas de transporte público, ha sido un actor clave en la transformación del sector en México durante los últimos 20 años. Su flota, de más de 2,000 unidades, incluye vehículos articulados, biarticulados, de doble piso y de piso bajo, con certificaciones tecnológicas y ambientales como EPA, Euro V y Euro VI, además de modelos híbridos, a gas y 100% eléctricos.