Las columnas basálticas del Cañón de Aculco, en el Estado de México, reciben a sus visitantes bajo el baño del sol que las hace resplandecer, mostrándoles un camino de aventura y adrenalina en contraste con la tranquilidad colonial de sus calles empedradas, habitadas por blancas fachadas que hablan de una historia que no volverá jamás.
Con un clima predominantemente frío, que oscila los trece grados centígrados, caminar entre las reliquias coloniales y disfrutar las maravillas naturales de este Pueblo Mágico, declarado como tal en septiembre de 2015 y como Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2010, resulta una experiencia sumamente enriquecedora.
Su nombre significa “lugar donde tuerce el agua”, fue fundado alrededor del año 1110 de nuestra era por el pueblo otomí; y fue conquistado por los mexicas en el siglo XIV. En este lugar en el subsuelo se encuentran dos tipos de aguas la dulce y la salada.
Atractivos:
-Balneario municipal
-Parroquía de San Jerónimo
-Cascadas la concepción Tixhiñu
-Santuario del Señor de Nenthé
Festividades:
-El 19 de febrero: Se festeja la fundación del municipio y se realiza una ceremonia alusiva al día.
-En marzo y abril se realiza la representación escénica de la Semana Mayor, iniciando el Jueves Santo. Las celebraciones son el honor al Señor Nenthé.
-El 30 de septiembre: Se festeja al Santo al Santo Patrono San Jerónimo, a quien celebran con gran algarabía, danzas de santiagueros y concheros, hay ferias regionales, en las que se exponen distintos productos alimenticios, elaborados por los propios habitantes.
El municipio de Aculco pertenece a la región de Jilotepec, colinda al norte con el estado de Querétaro y el municipio de Polotitlán; al sur con los municipios de Acambay y Timilpan; al este con el municipio de Jilotepec y al oeste con el estado de Querétaro.