Relación Presidenta-Secretarios

@onelortiz

https://youtu.be/B0UbOJJtVHA?si=GAQi4qGxur5teAHQ

Hasta el momento, Claudia Sheinbaum ha designado a 12 integrantes de su gabinete. Quedan pendientes nombramientos importantes como Gobernación, Defensa, Marina, PEMEX, CFE y Seguridad Pública, que prácticamente está destinada para Omar García Harfuch. Así como, la elección de los coordinadores del Senado y la Cámara de Diputados.

Más allá de los nombres, resulta importante poner sobre la mesa algunos aspectos que definirán el perfil del segundo gobierno de la Cuarta Transformación.

Lo obvio. Sólo hay una poseedora de El bastón de mando del movimiento de regeneración nacional, una presidenta de la República legítima y electa por el 60% de la ciudadanía, una cabeza de la administración pública federal, una comandante suprema de las fuerzas armadas y una jefa del Estado mexicano. ¿Cuál será la relación de los integrantes del gabinete con ella?

La primera docena de nombramientos hablan de que la fórmula 90% de lealtad y 10% de capacidad, que prevaleció en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se equilibrará a favor de la capacidad. ¿Será suficiente para un gobierno exitoso? Es un buen principio, pero no basta.

Antes de entrar en batalla, los antiguos caballeros gritaban ¡Por mi Dios! ¡Por mi Rey! ¡Por mi honor! ¿Cuál será el orden de prioridades del nuevo gabinete? Teniendo claro, que un presidente, en este caso presidenta, es jefa de Estado, pero desde hace mucho tiempo sabemos que no es el Estado.

La Constitución permite un régimen presidencialista, pero el estilo de cada mandatario posibilita delegar o concentrar poder. En los gobiernos neoliberales, Carlos Salinas de Gortari fue el presidente que mayor poder concentró. Que decir de Andrés Manuel López Obrador en esta administración.

En octubre, cuando empiece su mandato. ¿Cuál será la definición de la primera presidenta de México? ¿Concentrará o delegará poder? Como compañera del movimiento estudiantil trabajó en equipo; cuando colaboró con Cuauhtémoc Cárdenas y el propio López Obrador fue un cuadro de encargos, más que de cargos. Como Jefa de Gobierno fue una generala, particularmente durante la pandemia. Como candidata fue disciplinada y puntual en su estrategia.

Hasta el momento, los nombramientos hablan de delegar y permitir que sus secretarios avancen en sus planteamientos y proyectos. Sólo así me explico, que personajes como Marcelo Ebrard le hayan aceptado ser secretario de Economía y dejar el Senado de la República.

Creo que la presidenta será de las que felicitan en público y corrigen en privado a los miembros de su gabinete. ¿Ellos y ellas qué harán? Le dirán a todo “Sí presidenta” o serán capaces de mantener puntos divergentes o personales. De mantener su visión y posiciones con argumentos. ¿Qué pondrán por delante? ¿El país o a la Presidenta? En octubre lo sabremos. Eso pienso yo, ¿usted qué haría? La política es de bronce.