Un bebé murió por un posible daño cerebral ocasionado por un virus, aunque aseguran que los médicos tardaron varios días en diagnosticarlo porque nunca presentó fiebre y, aunque aseguraron que se recuperaría por completo de la enfermedad debido a que es un virus común en niños, el pequeño Ronan Delancy solo empeoró, así el pequeño de 34 días de nacido murió luego de contraer un caso grave de parechovirus.
Connecticut fue la ciudad donde se reportaron los hechos; los síntomas del pequeño aparecieron 10 días después de su nacimiento, cuando su madre, Kat DeLancy, comenzó a notar algo de enrojecimiento en su rostro, aunque no presentaba fiebre. Pero un par de días después parecía estar furioso y no dejaba de llorar, de inmediato los médicos sospecharon que se trataba de cólicos, pero una noche que fue llevado a urgencias luego de que su mamá lo notó pálido, los médicos registraron una lectura de oxigenación de 70%.
Ronan no mejoró. Cuanto más duraba su infección, peor se volvía su daño cerebral, médicos especialistas en enfermedades infecciosas de todo el país están cada vez más preocupados por un tipo particular de parechovirus llamado PeV-A3, que se asocia con graves en bebés muy pequeños.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron una alerta especial el martes, instando a los proveedores de atención médica a realizar pruebas de parechovirus en niños que tienen fiebre, convulsiones, pérdida de apetito, irritabilidad, erupciones cutáneas y somnolencia inexplicables.
En 2017, pediatras y expertos en enfermedades infecciosas de Nueva Zelanda escribieron un artículo en una destacada revista de microbiología, reconociendo que el parechovirus "se reconoce cada vez más como una infección viral potencialmente grave" en los bebés.