Este sábado, Nuevo León se despertó con una situación inusual: dos gobernadores, Samuel García y Luis Enrique Orozco. Mientras García reasumía sus funciones desde Palacio de Gobierno, Orozco, designado como gobernador interino, enfrentaba desafíos en sus primeras actividades.
García compartió su regreso a la administración estatal a través de una historia en Instagram desde su oficina, mientras que Orozco, quien acudió a pasar revista a Fuerza Civil a las 07:00 horas, se encontró con que el acto no se llevó a cabo.
Desde la madrugada, García anunció su regreso como titular del gobierno, a pesar de la presencia de Orozco en Palacio de Gobierno. En medio de una rueda de prensa, Javier Navarro, secretario de Gobierno, notificó a Orozco que el mandatario estatal regresaba a su cargo.
"No viene dirigido a mí (el documento)", afirmó Orozco, desconociendo la información.
Sin embargo, las actividades programadas para Orozco como gobernador interino no se concretaron. En el Campo Militar 1, donde pasaría revista a Fuerza Civil, no se encontraron los uniformados. Según Gerardo Escamilla, comisario de Fuerza Civil, no fueron informados de la actividad.
Posteriormente, Orozco tenía previsto un encuentro con secretarios del Gabinete, pero al llegar a Palacio de Gobierno, se encontró con las puertas cerradas. La jornada dejó en evidencia la confusión gubernamental y la falta de coordinación en el proceso de transición en Nuevo León.
Foto por Cuarto Oscuro