Luis Benítez
El destape de Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, como candidato presidencial en 2024 generó múltiples reacciones entre actores políticos de diferentes posiciones ideológicas. Los morenistas mostraron su respeto hacia el canciller y coincidieron que aún es temprano para pensar en un sucesor de López Obrador y los opositores aseguraron que es una distracción ante los malos resultados del gobierno.
Entre las reacciones más importantes se encuentra la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, su principal contrincante y quien fue vitoreada por la militancia morenista en el Auditorio Nacional con el grito: “¡Presidenta!”. Al ser cuestionada, Sheinbaum mostró su respeto hacia Ebrard y a cualquiera que decida participar ya que es un derecho. Finalmente aseguró que actualmente está dedicada exclusivamente a la ciudad.
Por su parte el dirigente de Morena, Mario Delgado, adelantó que el partido elegirá a su candidato de la misma forma que se ha realizado anteriormente en anteriores elecciones: a través de una encuesta. Destacó que en su movimiento las encuestas son el mayor instrumento democrático dado que la fuerza del partido se encuentra en la gente y este método es la única forma para continuar siendo el instrumento de “lucha del pueblo de México”.
A comparación de la mandataria capitalina, Delgado fue abucheado por varios morenistas en el mismo evento mientras que Ebrard se encontraba en París. Delgado trabajó con Ebrard como ex secretario de Finanzas cuando fue jefe de gobierno del entonces Distrito Federal Por su parte Sheinbaum estuvo en el gabinete de López Obrador como secretaria de Medio Ambiente.
El coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, dijo que tiene una opinión positiva de Ebrard y lo calificó como de los mejores funcionarios que tiene el presidente, además dijo que tiene todo el derecho a promoverse, hablar con los dirigentes morenistas, empresarios, diputados, etcétera. No obstante, expresó que se están adelantando a los tiempos.
A pesar de no haber sido mencionado por López Obrador como futuro candidato, Monreal ha expresado sus intenciones de buscar la presidencia, pero aseguró que no se anticipará a ningún acto de campaña ya que tiene bastante trabajo en el Congreso y se dedicará ha hacer su trabajo legislativo. “No, el país está para buscar soluciones en este momento. El país está para responder a desafíos que tenemos enfrente en el Congreso”, dijo.
Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, se descartó para presidenta y, debido a su edad, anunció su retiro cuando termine la actual administración. “Tengo la fortuna de que el Presidente me invitó a ser secretaria de Gobernación, y tenemos secretaria de Gobernación para rato, pero cuando termine mi periodo yo quisiera retirarme", expresó afuera de la Cámara de Diputados. Sánchez Cordero cumple 74 años este 16 de julio y afirmó que ya no ve carrera política para ella.
La oposición no se quiso quedar atrás y senadores panistas coincidieron que el presidente solo utiliza la sucesión presidencial como distracción ante los malos resultados en violencia, economía y el mal manejo de la pandemia por Covid-19.
Uno de ellos fue el coordinador del PAN en el Senado, Julen Rementeria, quien dijo que en este momento no es relevante abordar este tema y que es común del presidente hablar sobre otras cosas para distraer a la gente.
Damián Zepeda, senador del PAN, aseguró que, el hecho de que sea el mismo presidente quien planteé el tema de la sucesión presidencial a tres años de las elecciones, es el reflejo de un sexenio perdido ante los 67 millones de pobres, el desabasto de medicamentos y los miles de empleos perdidos.
“Eso es lo que refleja que el presidente acorralado diga: ¡Ah!, vamos a hablar de la sucesión presidencial, deja me saco como el mago un conejito del sombrero, presidente póngase a gobernar, los mexicanos queremos resultados”, expresó Zepeda.