A seis días del paro de labores en el Ayuntamiento de Salina Cruz, la protesta de más de mil trabajadores sindicalizados se intensificó con la quema de un vehículo oficial y la destrucción de equipos de oficina en el palacio municipal.
La inconformidad surgió tras la negativa del presidente municipal, Daniel Méndez Sosa, de acudir al diálogo convocado por el Gobierno de Oaxaca en Juchitán. Noé Pérez Urquidi, dirigente regional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), lamentó la ausencia del edil, quien ha rechazado mediar con la Secretaría de Gobierno del estado.
En respuesta, los manifestantes incendiaron una camioneta de Servicios Generales y causaron daños a dos vehículos de la oficina de Vialidad. También vandalizaron mobiliario y equipos de cómputo dentro del palacio municipal, intensificando la presión para que el ayuntamiento reinstale a los representantes sindicales Nancy Tapia y Guillermo Acosta, cesados el pasado 26 de febrero.
El alcalde Daniel Méndez Sosa condenó los actos vandálicos y reafirmó su postura de solucionar el conflicto únicamente a través de las instancias legales correspondientes, señalando que la Junta de Arbitraje para los Empleados al Servicio de los Poderes del Estado (JAESPO) es el organismo competente para resolver la disputa. Además, fue acusado por los trabajadores de planear un posible desalojo violento con la policía municipal.
El conflicto mantiene paralizadas las actividades del ayuntamiento, afectando diversos servicios municipales, mientras la incertidumbre sobre una posible solución persiste en la región.