Canadá celebrará el próximo 28 de abril unas elecciones cruciales para definir su rumbo político, en un contexto de alta tensión con Estados Unidos. La creciente amenaza del presidente Donald Trump, quien ha insinuado la posible anexión del país utilizando su "fuerza económica", ha convertido estos comicios en uno de los más críticos en la historia reciente canadiense.
El primer ministro Mark Carney anunció la disolución del Parlamento y la convocatoria anticipada de las elecciones, adelantando los comicios seis meses. Durante la conferencia de prensa, Carney subrayó la gravedad de la situación actual: "Estamos encarando la crisis más significante de nuestra vida por las injustificadas acciones comerciales del presidente Trump y sus amenazas a nuestra soberanía".
Con una destacada trayectoria como exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, Carney decidió asumir el liderazgo del Partido Liberal para contrarrestar la postura de Trump. "Lo estaba haciendo porque sabía que nuestro país necesita actuar, para arreglar nuestra economía, para luchar a los estadounidenses, para encararnos a los aranceles de Donald Trump", declaró.
Los líderes de los principales partidos de Canadá también se manifestaron sobre la amenaza externa. Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, afirmó: "Debemos hacernos fuertes, autosuficientes y valernos por nosotros mismos, para poder hacer frente a los estadounidenses".
Añadió que defenderá con firmeza la soberanía canadiense: "Nunca formaremos parte de los Estados Unidos y jamás renunciaremos a nuestra soberanía ni a nuestra libertad. Protegeré a Canadá. Y siempre pondré a nuestro país en primer lugar".
Por su parte, Jagmeet Singh, dirigente del Nuevo Partido Democrático, se alineó con la defensa de la soberanía y los intereses de Canadá ante las presiones estadounidenses.
Una postura menos alarmista adoptó Yves-François Blanchet, líder del Bloque Quebequés, quien minimizó las amenazas del presidente estadounidense calificándolas de meras provocaciones. Sin embargo, el panorama en Quebec ha cambiado drásticamente. Aunque en enero las encuestas favorecían al BQ, las amenazas de Trump han movilizado a muchos votantes quebequeses hacia el Partido Liberal de Carney.
De acuerdo con una encuesta publicada el miércoles, los liberales lideran la intención de voto en Quebec con un 36%, seguidos por el Bloque Quebequés con un 25% y los conservadores con un 24%. Este cambio refleja cómo la retórica agresiva de Trump ha alterado las preferencias del electorado canadiense.
A inicios de año, el Partido Conservador mantenía una ventaja de 25 puntos sobre los liberales. Sin embargo, los últimos análisis de la CBC muestran a los liberales con un 37.5% de intención de voto, proyectando una mayoría parlamentaria con 174 escaños. Los conservadores aparecen con un 37.1% y 134 escaños estimados.
Donald Trump se ha convertido en un factor determinante para los votantes canadienses, generando un clima de preocupación y un renovado sentimiento patriótico a lo largo del país.
Mark Carney no desaprovechó el momento para reforzar su mensaje, vinculando a Poilievre con las políticas de Trump y dejando clara su postura: "Trump tiene que reconocer que Canadá es un país soberano. Tiene que decirlo antes. Tiene que aceptarlo antes de que podamos tener una conversación sobre un acuerdo comercial", sentenció.
Imagen: AFP