Por Osvaldo Córdova
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda investiga a las empresas que participan o ganan licitaciones con el gobierno Federal, a fin de revisar si están acusadas de "malos manejos".
Advirtió que en su gobierno no se permiten los sobornos ni los “moches” para obtener contratos de obra pública o servicios, por lo que ofreció “protección” a todas aquellas empresas o particulares que denuncien esas prácticas y si lo hacen les va a dar un “premio” y van a poder participar en licitaciones.
“Ahora estamos revisando en todos los casos, se hacen las licitaciones y si ganan empresas, de todas maneras, Inteligencia Financiera para ver ¿quiénes son?, ¿de dónde vienen?, si se trata de empresa extranjeras, si están acusadas de malos manejos”, explicó.
Durante la conferencia mañanera, López Obrador dijo que tras la entrega de los contratos, él habla con las empresas para pedirles “se porten bien, no es leerles la cartilla, sino decirles que no se confundan, no es lo mismo”.
Explicó que las modificaciones al esquema de compras gubernamentales ha significado muchos ahorros para el erario, ya que al centralizar las adquisiciones se han eliminado excesos como los sobre precios y corrupción.
“Ya no hay ‘moches’, ya no era sólo el diez por ciento, era más. El que venga aquí y diga que tuve que mocharme para obtener la obra, le damos un premio, lo protegemos y siempre va a tener oportunidad de participar en licitaciones", comprometió.
López Obrador dijo que el último reporte de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda, instancia que ahora centraliza las compras gubernamentales, dio cuenta de un ahorro de 200 mil millones de pesos el año pasado por las compras centralizadas.
Insistió en con ese método de adquisiciones lo que se buscó es poner orden en el gobierno que “tiene que bajar el costo de su operación. Nada de comprar productos chatarra y caros”.
Refirió que en el pasado se “degeneró tanto la corrupción”, sobre todo, en la construcción que las empresas tenían más abogados que ingenieros; “se volvieron leguleyos y le sacaban y sacaban al gobierno todo lo que querían, pero eso ya se acabó”.
Foto Presidencia