Desafortunadamente las personas que ‘viven al día’ se han visto en esta temporada de emergencia en situaciones sumamente difíciles, pero en esta ocasión la forma de actuar de la funeraria San Ángel en Tehuacán, Puebla, visibilizó la dura realidad a la que se enfrenta un sector de la población mexicana.
En redes sociales se difundió que, luego de velar a un joven de entre 16 y 17 años, la funeraria que brindaba el servicio, retiró el cuerpo sin vida del ataúd y lo abandonó en el suelo frente a su madre. La madre del difunto no contaba con los ingresos para pagar los servicios funerarios.
La madre del joven es de origen indígena, de San José Tenango, Oaxaca, y al llegar a Puebla se dedicó a recolectar cartón y plástico para venderlos y sostenerse.
Cuando la mujer llegó a su domicilio en la colonia La Purísima el pasado jueves 15 de octubre, encontró sin vida a uno de sus hijos, presuntamente por causas naturales.
Los vecinos en un acto de solidaridad, juntaron mil 500 pesos, posteriormente, la funeraria San Ángel se acercó a la familia del difunto para ofrecer sus servicios, con un costo de 3 mil 500 pesos únicamente por el ataúd.
El personal de la funeraria dejó el cuerpo dentro del ataúd, y prometieron regresar el día viernes por el resto del pago el día viernes.
Fue ahí, cuando la mujer en apuros económicos no pudo completar para el ataúd de su hijo, por lo que los empleados de la funeraria se llevaron su cajón, dejando tendido al joven en el suelo de su casa, frente a su madre.
Afortunadamente, los vecinos armaron otra cooperación para comprar un ataúd. Pero la madre no contaba con el capital para adquirir un espacio para enterrar a su hijo.
Ante esta situación, Óscar González Dimas, presidente auxiliar de San Nicolás Tetitzintla (una zona colindante con Tehuacán) llegó a la casa de la mujer para brindarle un lugar para su hijo fallecido en el panteón municipal de su localidad.
El joven inhumado por la tarde-noche del viernes.
Imagen: Twitter