Claudia Bolaños
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció a crisis de seguridad en Morelos, y dejó Claro que pesa las críticas seguirá con su política de abrazos y no balazos.
Descartó que la delincuencia puedes pueda ser erradicada con más violencia.
"No me importa si a la gente no le gusta cuando digo 'abrazos, no balazos', porque estoy convencido de que si abordamos las causas de la violencia, si las personas pueden vivir justamente, si tienen suficiente para comer, si los jóvenes son atendidos, si combatimos la pobreza, si todos tenemos la oportunidad de estudiar, de esta manera vamos a enfrentar el flagelo de la violencia.
"Aquí hay violencia, necesitamos erradicarla, pero no con la ley del talión, como quieren los conservadores, diente por diente, ojo por ojo, de esa manera todos quedaremos sin dientes o tuertos. No, debemos abordar las causas, la paz es el resultado de la justicia", dijo.
En el evento estuvo acompañado del gobernador Cuauhtémoc blanco quien al igual que sucedió con el ex gobernador de Oaxaca la semana pasada, el priista Alejandro Murat, fue abucheado justo cuando López Obrador le daba una espaldarazo.
“Creo que Cuauhtémoc Blanco es un gran gobernador… ya les dije no me importa es mi opinión, y lo sé por experiencia porque todo lo que hemos hecho en Morelos lo hemos hecho juntos”.
"Lo quieran o no, ya saben que siempre digo lo que pienso y que no guardo nada. No todos podemos pensar de la misma manera, ni siquiera en la familia, somos diversos y eso es la democracia", concluyó en su participación tras entregar las pruebas de remodelación del ex Palacio de Cortés, ahora denominado Museo de los pueblos de Morelos.