La histórica visita del Papa Francisco a México en 2016 dejó una huella imborrable en Ecatepec, municipio del Estado de México, donde miles de personas vivieron una jornada de esperanza y fe.
En su paso por este municipio del Valle de México, conocido por enfrentar desafíos como la violencia, la pobreza y la desigualdad, el Pontífice celebró una misa multitudinaria en el predio El Caracol, la cual reunió a más de 400 mil personas.
La fecha quedó grabada en la memoria colectiva: el domingo 14 de febrero, miles de feligreses se congregaron desde tempranas horas, soportando el calor y largas esperas, para presenciar el recorrido del Papa desde la Casa del Sacerdote hasta el lugar de la misa. A bordo del Papamóvil, Francisco fue ovacionado por multitudes que lanzaban porras y buscaban al menos unos segundos de cercanía con el líder religioso.
Para muchos, ese breve instante fue suficiente para renovar la esperanza en medio de contextos marcados por la marginación y la falta de oportunidades. Durante la homilía, el Papa envió un mensaje contundente: llamó a rechazar las “tentaciones de la riqueza, la vanidad y el orgullo”, y exhortó a los asistentes a no olvidar a las comunidades más vulnerables.
"Un cristiano no puede dejar de mostrar su solidaridad para ayudar a aquellos a quienes aún les falta el pan de la cultura o la oportunidad de tener un trabajo digno, no puede ser indiferente mientras las nuevas generaciones no encuentren la manera de realizar sus legítimas aspiraciones", expresó el Pontífice.
También instó a continuar la lucha contra la corrupción, la injusticia social y el crimen, problemas que contribuyen a perpetuar los ciclos de violencia.
Antes de llegar a Ecatepec, el Papa sobrevoló la zona arqueológica de Teotihuacán. La expectativa generada por su visita fue tal que la Secretaría de Turismo organizó un concurso de arte urbano, invitando a jóvenes mexiquenses a dar la bienvenida al Santo Padre con grafitis.
Hoy, a casi una década de aquel evento, los habitantes de Ecatepec aún rememoran con emoción el día en que el Papa Francisco les habló de esperanza y compromiso social.