La presidenta, Claudia Sheinbaum, criticó los amparos concedidos contra la reforma judicial, afirmando que "nada está por encima de la voluntad del pueblo".
Sheinbaum considera que estos amparos son un obstáculo para el cambio que el pueblo mexicano ha demandado.
La reforma judicial busca transformar el sistema de justicia en México, abordando problemas estructurales y garantizando una justicia más equitativa, sin embargo, los amparos han retrasado su implementación.
Sheinbaum subrayó la importancia de respetar la soberanía popular y no permitir que intereses particulares obstaculicen el progreso.
La presidenta aseguró que su gobierno seguirá trabajando para consolidar la democracia y los derechos de los ciudadanos.
La situación generó debate entre expertos y políticos, algunos apoyan la postura de Sheinbaum, mientras otros consideran que los amparos protegen derechos fundamentales.