La derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sufrida el pasado 4 de junio ha marcado un cambio significativo en el paisaje político del Estado de México. Este nuevo escenario no solo afectó al antiguo instituto político dominante, sino que también ha propiciado la llegada de nuevos actores a la administración estatal, alterando el statu quo de aquellos que durante años tomaron decisiones clave.
Karina Ivonne Vaquera Montoya, consejera del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), revela la transformación en la vida democrática mexiquense, anticipándose a la elección del próximo 2 de junio, donde se renovarán presidencias municipales, el Congreso y diversos cargos federales.
Con una población de 16 millones 992 mil 418 personas, de las cuales 12 millones 260 mil forman parte del padrón electoral y cinco millones 469 residen en el extranjero, el Estado de México se erige como una entidad crucial para elecciones federales. No obstante, a pesar de su histórica participación, Vaquera Montoya reconoce una creciente desilusión hacia las instituciones electorales debido a la persistencia de los mismos perfiles y la exclusión de nuevos ciudadanos.
La ausencia de alternancia política en el Estado de México generó estructuras ligadas a partidos hegemónicos, lo que motivó una reevaluación desde el IEEM. Con la intención de restaurar la confianza ciudadana en las instituciones y fomentar una participación más inclusiva, se planificó la modificación en la elección de vocales distritales y municipales para los comicios de este año.
Karina Vaquera Montoya, maestra en Derecho y miembro del Consejo General mexiquense, destaca que observó vicios en la preparación de los procesos electorales, evidenciados por la repetición de las mismas personas como vocales, menoscabando la participación ciudadana real y las capacitaciones esenciales para estos órganos descentralizados.
Como respuesta a estos desafíos, se modificó la convocatoria, dando paso a instituciones académicas para realizar exámenes en lugar de la autoridad local. Destaca la participación activa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo cual resultó en una renovación del 75% de las vocalías en comparación con el año pasado, marcando un cambio crucial en la conducción de los procesos democráticos en el Estado de México.