En esta segunda parte del análisis y comentario del Latinobarómetro 2023, hay que destacar que el documento refiere que hay consecuencias políticas y electorales de la crisis primordialmente de sus élites, que a su vez desencadena una crisis de representación en toda la región.
Afirma que estas crisis tienen su indicador más nítido en la presidencia, en una región donde los personalismos han debilitado la democracia y enlista a Bukele y Ortega. Observa una ambición de poder desmedida que motiva a los presidentes, partidos políticos y coaliciones a quedarse en el poder, incluso a costa de romper las reglas de la democracia. Por la crisis y atomización del sistema de partidos políticos, cobran más importancia las personas, mientras que la abundancia de personalismos acentúa la crisis de representación.
En el marco de este momento lúgubre hay que reflexionar en que desde 2019, en todas las elecciones presidenciales que han tenido lugar hubo alternancias en el poder, con la excepción de dos casos. El primero de ellos ocurrió en Bolivia en 2020, donde se reeligió un candidato del partido de Evo Morales; el segundo caso fue en Paraguay, en 2023, cuando se eligió un candidato del Partido Colorado.
Del mismo modo, que en 2018 se efectuaron 5 elecciones presidenciales en la región; en tres de ellas ganó la oposición, por lo que hubo alternancia en el poder. En total, desde 2018 ha habido 17 alternancias en el poder donde la oposición se ha convertido en gobierno.
El informe señala que las y los latinoamericanos saben que ellos no son las o los soberanos y buscan con angustia soluciones a sus problemas. Después que la ciudadanía de la región ha probado 17 alternancias, el terreno está fértil para que abran la puerta a los populismos, las autocracias y aquello que sea necesario para solucionar los problemas que tienen los países. Lo que ayer era tolerable, hoy ya no lo es. La pandemia solo consolidó los problemas y dejó en claro que los últimos gobiernos en cada país no han podido abordarlos respondiendo a las demandas de la gente.
Dice también que después que todos los países cursaron su transición entre 1978 y 2008 América Latina ha entrado en una recesión democrática, no solo por el deterioro y declive de la democracia sino por la existencia de lo que llama “las electo-dictaduras”, encabezadas por dictadores que arribaron al poder por la vía democrática electoral. “Es una manera blanda de llegar a ser dictador.”
El Latinobarómetro 2023 observa que estamos no tanto ante una “consolidación imperfecta” como se ha llamado a veces las deficiencias de las democracias de la región, sino más bien ante una evolución en el sentido contrario a la consolidación de la democracia; es decir, como lo he alegado hace años en estas páginas: “Desconsolidación democrática”.
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