Daniela Méndez
La reducción en las actividades humanas debido al confinamiento ha propiciado que la naturaleza se recupere y se exprese en fenómenos como la bioluminiscencia, que en las últimas semanas se ha observado en las costas mexicanas.
“No hay registro sobre la periodicidad o lugares donde ocurre la bioluminiscencia, pero la mínima presencia de actividad humana o ausencia de ésta ha hecho posible que se disperse a zonas donde antes se veía poco, como varias costas de México”, dijo David Uriel Hernández Becerril, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM.
La bioluminiscencia ocurre porque algunas bacterias, hongos, protistas unicelulares, gusanos, moluscos, crustáceos, insectos, peces y medusas tienen la capacidad de emitir luz mediante la conversión directa de la energía química en energía lumínica, explicó el universitario.
El especialista añadió que si bien el turismo, genera recursos económicos y detona el desarrollo; inhibe el crecimiento de comunidades marinas, pues contamina las aguas, el aire y el suelo y limita la distribución de especies en el planeta.
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