Estos días de pandemia determinarán lo que suceda en las internas y por ende en la elección constitucional de alcaldes, alcaldesas, diputados y diputadas federales y locales. Quienes no sean capaces de leer bien el momento, podrían perder desde hoy su oportunidad de salir en la foto.
Estamos a tres meses de que comience el proceso electoral 2021, el INE encabezado por Lorenzo Córdova, aprovechando los meses de tregua de los embates morenistas, que la pandemia le regaló y el IECM, deberían estar armando la ruta para que el coronavirus impacte lo menos posible.
Como lo marca la ley, la primera semana de enero de 2021 arrancan las precampañas internas, para que los partidos políticos seleccionen a sus candidatos y candidatas para competir por las 16 alcaldías, 66 diputados y diputadas del Congreso de la Ciudad y 24 del orden federal.
En la oposición no habrá una competencia intensa por los espacios, las candidaturas ya están muy cantadas, en cambio en Morena se darán con todo con tal de verse en la boleta electoral.
Así se explica por qué se lanza sobre Ricardo Monreal, un Pablo Gómez que sin menospreciar su talento parlamentario, siempre ha vivido del trabajo territorial que realizan los políticos que sí tocan puertas. Sabe que tiene que moverse para estar en la pelea de las plurinominales, las candidaturas de su preferencia.
Quienes siempre han hecho trabajo territorial, no tienen de qué preocuparse, porque a pesar de los agandalles que siempre se dan en estos procesos, su trabajo con la gente los respalda. Podrán salir apachurrados por los grandes grupos que se reparten el pastel, pero nunca quedarán fuera de la jugada, no si Morena quiere mantenerse en el poder.
Hay muchos experimentados, pero también hay nuevos cuadros que llegaron gracias a la holgada victoria del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador y que no saben lo que les espera a la hora de levantar la mano para ocupar otro espacio.
De entrada deben saber que el presidente no se va a meter, que la unión hace la fuerza y que no conseguirán nada si no toman partido por alguna de las tribus morenistas que ya dominan la ciudad y el país.
Tenemos al equipo dirigido por el presidenciable Marcelo Ebrard, quien con el apoyo de Mario Delgado, ya tiene líderes y empresarios que vivieron una buena etapa en su paso por el gobierno de la CDMX.
También podrían acercarse a Yeidckol Polevnsky, quien a pesar de haber perdido la presidencia de su partido, sigue teniendo fuertes, pero no muy prestigiosos aliados, como los gobernadores Jaime Bonilla, de Baja California, y Miguel Barbosa, en Puebla, o el siempre polémico senador Martí Batres.
Bertha Luján y Claudia Sheinbaum son una opción más seria y prometedora, aunque sus aliados estén en el ojo del huracán y se jueguen su futuro político con el manejo de la pandemia, como la alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada.
Por otro lado, el senador Ricardo Monreal, hace su ronchita y le apuesta a que su alfil y suplente Alejandro Rojas siga haciendo el trabajo sucio, para posicionar a su equipo rumbo al 2024. Lástima que cuando quiso ser jefe de Gobierno dejó muchos dirigentes colgados de la brocha y ellos no olvidan.
Mención especial merece el profesor René Bejarano, histórico militante y dirigente de izquierda, quien ha continuado con la formación ideológica de cuadros y tiene serias posibilidades de volver a las grandes ligas. Su única limitante, no aparecer en la foto.
ENTRE GITANOS
De los creadores de la coalición “Por México al Frente”, que impulsó a Ricardo Anaya a la Presidencia, viene una coalición que parecía imposible, pero que con el paso del tiempo, se perfila como una alternativa real de la oposición para tratar de derrotar a Morena en las próximas elecciones en la CDMX. El PAN, el PRI y el PRD están evaluando seriamente esta alternativa. ¿Pesará más el pragmatismo que los principios y la historia de estos institutos políticos?