La agencia de calificación crediticia Moody's anunció una histórica rebaja en la calificación crediticia de Israel, asignándole una perspectiva negativa a la nueva calificación. Esta es la primera degradación en la historia del país desde que sus bonos comenzaron a ser calificados por agencias internacionales.
Según Moody's, la nota para la solvencia de la economía israelí pasó del máximo de A1 a A2, debido al "actual conflicto militar con Hamás y sus consecuencias más amplias". Esta decisión refleja un aumento significativo en el riesgo político para Israel, debilitando sus instituciones ejecutivas y legislativas, así como su fortaleza fiscal.
En palabras de Moody's: "La baja de la nota se hizo tras evaluar el actual conflicto militar con Hamás, y sus consecuencias más amplias que aumentan materialmente el riesgo político para Israel, debilitan sus instituciones ejecutivas y legislativas y su fortaleza fiscal, en el futuro próximo".
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, defendió la situación económica del país en medio del conflicto: "La economía israelí es fuerte. La rebaja de la calificación no tiene nada que ver con la economía, sino que se debe enteramente al hecho de que estamos en guerra". Asimismo, expresó confianza en la victoria: "La calificación volverá a subir en el momento en que ganemos la guerra, y la ganaremos".
La rebaja de calificación se suma a las preocupaciones financieras ya existentes, con la agencia Standard & Poor's y Fitch también revisando sus perspectivas para Israel debido al riesgo de escalada del conflicto. Esto ha llevado al gobierno israelí a modificar su presupuesto para 2024, adaptándolo a los tiempos de guerra.
El proyecto de ley presupuestaria para 2024 fue aprobado en primera lectura en el Parlamento, con un paquete de gasto adicional para la guerra de 584 mil millones de shekels. Se espera que el gobierno aumente la emisión de bonos para financiar su déficit presupuestario, que se prevé alcance el 6.6% del PIB a finales de 2024.
Foto por Cuarto Oscuro