Una pasajera se convirtió en la heroína de la jornada al tomar los controles de una avioneta que viajaba de Nevada a California, luego de que el piloto sufriera un desmayo por un problema médico. Ante esta situación crítica, ella tuvo que actuar rápidamente para evitar un posible accidente fatal.
El controlador de vuelo en un aeropuerto de Bakersfield ofreció su asistencia, guiando a la mujer paso a paso para que pudiera realizar un aterrizaje de emergencia, a pesar de que no tenía experiencia previa en la pilotaje de aeronaves.
El entrenador Esteban Saltos calificó la hazaña como “un hecho admirable” y, junto a otros expertos, describió el evento como un verdadero milagro.