Este jueves, Rusia cerró el consulado de Polonia en San Petersburgo y expulsó a tres diplomáticos polacos, en respuesta a la decisión de Varsovia de cerrar el consulado ruso en Poznan, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
"Se entregó una nota a la parte polaca notificando que, como medida simétrica a la decisión de las autoridades polacas de cerrar el 30 de noviembre el Consulado General de Rusia en Poznan, la parte rusa retira (...) su autorización al Consulado General de Polonia en San Petersburgo", indicó la diplomacia rusa.
El Ministerio de Exteriores añadió que esta medida, que será efectiva a partir del 10 de enero, también implica la declaración de "persona non grata" de tres diplomáticos polacos, quienes deberán abandonar Rusia antes de esa fecha.
"En los últimos años, las autoridades polacas han llevado a cabo una política abiertamente hostil contra Rusia, destruyendo casi por completo las relaciones rusas-polacas que se habían forjado durante muchas décadas y abogando por una derrota estratégica de nuestro país", denunció el Ministerio de Exteriores.
La diplomacia rusa calificó el cierre del consulado en Poznan como "otra manifestación de esta política antirrusa" y advirtió a Varsovia que "Moscú tomará y continuará respondiendo con firmeza a cualquier acción hostil hacia Rusia".
Tras la disolución del campo socialista y la Unión Soviética, Polonia pasó de ser aliada de Rusia a uno de sus principales críticos, una postura que se transformó en enemistad abierta después de la anexión rusa de Crimea, el conflicto armado en Donbás y, más recientemente, la guerra en Ucrania.