En
Kabul, las
balas silban, las
explosiones se escuchan a lo
lejos, estos
ruidos podrían
suscitar el
pánico si no salieran directamente del
teléfono móvil de un
joven,
concentrado en una
partida del
videojuego PUBG.
En un
afganistán devastado por más de
cuatro décadas de
guerra, la
juventud está
fascinada por este
videojuego de
combate, muy
popular en todo el
mundo, y que los
talibanes pretenden
prohibir para
evitar que
corrompa a sus
jóvenesCon la
plataforma de
videos TikTok; que también está mal vista por los
talibanes, constituye para los
jóvenes afganos uno de los
escasos espacios de
libertad, y una de las últimas pasarelas hacia el
mundo exterior.
El
afgano Abdul Musawir Raufi dijo: "Vivimos en este
país pero
no estamos vivos. No sabemos lo que va a
pasarnos en el
próximo segundo. Es nuestro
único medio para
pasar el
tiempo"
Desde que
volvieron al
poder, los
talibanes no se han mostrado tan
estrictos como en su
precedente régimen, entre
1996 y
2001, cuando
prohibieron la
televisión, el
cine, la
fotografía, y casi todas las formas de
diversión, consideradas
inmorales.
En la
capital, algunos salones de
juegos y
boleras siguen abiertos, y todavía se pueden practicar
algunos deportes. Pero los
fundamentalistas han
prohibido la
música y las
series extranjeras, o que
incluyan a
mujeres, y muchos residentes de
Kabul prefieren no
arriesgarse a salir simplemente para
divertirse.
"Las
diversiones que
teníamos antes, las
risas con los
amigos, todo eso se
acabó" agrega
Abdul,
estudiante de
23 años. La mayoría de sus
amigos, con los que solía
jugar al
fútbol, han
escapado del
país por los
caóticos días vividos en su
nación.
AFP