El gobierno ucraniano se mantiene funcional, el sistema bancario estable y la deuda viable a corto plazo, pero la guerra provocada por Rusia hunde a Ucrania en una recesión sin precedentes. El conflicto también pone en peligro la seguridad alimentaria mundial, advirtió hoy el
Fondo Monetario Internacional (FMI).
Golpe a la economía
"Como mínimo", el PIB ucraniano se contraerá en torno a un 10% en 2022 suponiendo una "resolución rápida" del conflicto y gracias a una ayuda internacional "sustancial", según una primera estimación del FMI.
La incertidumbre que rodea a estas proyecciones es "enorme", subraya la institución. Y, si el conflicto se estancara, según la historia de las guerras pasadas en Líbano, Irak, Siria o Yemen, el PIB de Ucrania podría caer entre un 25 y un 35%, mucho más que la contracción del 10% registrada en 2015 en el contexto de la guerra de Crimea.
El año pasado, el crecimiento de Ucrania fue sin embargo del 3.2%, impulsado por la demanda interna y las exportaciones.
Pero desde la invasión del país por parte del ejército ruso el 24 de febrero, "la economía ucraniana ha cambiado radicalmente", subrayó Vladyslav Rashkovan, director ejecutivo del FMI en representación de Ucrania en una declaración al FMI fechada el 9 de marzo y publicada este lunes.
Consecuencias a nivel mundial
Más allá de las pérdidas humanas y económicas, el FMI está preocupado por las consecuencias en todo el mundo.
En menos de tres semanas de conflicto, los precios de la energía y de las materias primas, incluyendo las agrícolas, se han disparado. Para una materia prima agrícola como el trigo, los efectos podrían ser aún más dramáticos, advierte la institución multilateral con sede en Washington.
"Las perturbaciones en la temporada agrícola de primavera (boreal) podrían obstaculizar las exportaciones, así como el crecimiento y poner en peligro la seguridad alimentaria mundial", señalan los autores del informe.
Información e imagen de AFP