Un juicio contra una activista en favor del aborto comenzó en Varsovia, convirtiéndose en el primer proceso de este tipo en Polonia y en Europa.
Justyna Wydrzynska, miembro de la organización Aborcyjny Dream Team, es acusada de haber proporcionado, en 2020, píldoras abortivas a una mujer embarazada que afirmaba ser víctima de violencia doméstica.
La activista podría ser condenada a tres años de cárcel por "proporcionar asistencia al aborto e introducir en el mercado medicamentos sin autorización", según la legislación polaca, una de las más estrictas de Europa.
En 2020, una mujer que quería interrumpir su embarazo, en la duodécima semana, pidió ayuda a Justyna Wydrzynska.
Anteriormente, la mujer había querido ir a una clínica de aborto en Alemania, pero su marido se lo impidió.
Mientras la mujer esperaba en su casa un paquete con las pastillas, su marido llamó a la policía, que confiscó el medicamento y abrió una investigación.
Se trata del primer caso en Europa en el que un activista es procesado por haber ayudado a un aborto suministrando píldoras abortivas, según Amnistía Internacional, que solicitó que se retiren los cargos.
Polonia, país tradicionalmente católico, ya tenía una de las leyes más restrictivas de Europa en materia de aborto cuando el Tribunal Constitucional se puso del lado del gobierno el año pasado declarando las interrupciones del embarazo por malformaciones fetales "inconstitucionales".