Columnas
El cambio en la nueva era u orden mundial, que inició con la pandemia del COVID-19 y continuó por las políticas y coyunturas internacionales y alcanza hoy mismo su punto más álgido con la guerra arancelaría, tiene en vilo a la economía global.
Por un lado, Estados Unidos con Donald Trump y países aliados y, por el otro, con China y sus socios conformados en el llamado BRICS, que incluye los países miembros: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y recientemente ampliado con la incorporación de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán e Indonesia
Y es que, mientras Estados Unidos estuvo a punto de poner barreras arancelarias a los productos del campo provenientes de sus socios comerciales T-MEC (México y Canadá), situación que hubiera encarecido el precio de sus alimentos, recientemente los BRICS acordaron eliminar barreras al comercio agropecuario, además fortalecer la cooperación agroalimentaria.
Estas economías plantearon, además, una estrategia que incluirá importantes inversiones en infraestructura logística, orientada particularmente al almacenamiento de alimentos y al control de costos.
Esta política tiene como principal objetivo el ofrecer apoyo financiero, rápido y eficiente, a países afectados por alzas repentinas en los precios de alimentos, fertilizantes y energía.
Los ministros de Agricultura del bloque BRICS anunciaron en su reunión de Brasilia su compromiso para eliminar barreras comerciales incompatibles con las normas internacionales, con el objetivo de facilitar y potenciar el comercio agropecuario.
“La guerra comercial” iniciada por los Estados Unidos, provocó precisamente que los socios BRICS iniciaran acciones orientadas a cambiar el orden internacional en sus países de influencia.
Esto incluirá, además, grandes inversiones en infraestructura logística, orientadas al almacenamiento de alimentos, implementación de políticas públicas para sostener precios mínimos y un exhaustivo monitoreo de los costos de producción.
Con ello pretenden asegurar el acceso continuo y estable a insumos esenciales y enfrentar eficazmente las fluctuaciones y volatilidades de los precios agrícolas internacionales.
Está reunión de Ministros de Agricultura BRICS fue previa a la reunión jefes de Estado, prevista para los días 6 y 7 de julio en Río de Janeiro.
Sin lugar a dudas, esta “guerra comercial” llevará a cambios importantes en el sector agroalimentario, por lo que es importante que México no sea indiferente al entorno global y tome medidas referentes tanto al incremento a la producción, como al procesamiento, conservación y comercialización nacional e internacional de sus productos agropecuarios.
No podemos estar inmersos en el pasado, no podemos quitar la importancia real que representa nuestro sector para garantizar no sólo la seguridad alimentaria de nuestra población, sino además, la generación de ingresos por esta actividad y la seguridad alimentaria de Norteamérica. Sin lugar a dudas, esto pondrá a reflexionar a más de uno.
LUIS P. CUANALO ARAUJO
Especialistas-Empresario del sector agropecuario
Presidente del Colegio de Ingenieros Agroindustriales de México, A.C
Instagram: @luiscuanalo