Columnas
Es un hecho que Chivas de Guadalajara atraviesa por uno de los períodos más oscuros de su historia reciente; no supieron aprovechar la oportunidad de colarse a la liguilla mediante el premio a la mediocridad que es el llamado “play in”, un vil repechaje para favorecer a los que no se esforzaron durante el torneo.
Más pronto que tarde salió de la dirección técnica Gerardo Espinoza, quien fue incapaz de imponer su autoridad en el vestidor y se enfrascó en un pleito estéril con Javier Hernández, lo que al final le valió el puesto, dado que “El Chicharito” tiene un peso específico mucho mayor que el DT de turno. El jugador, de 36 años, llegó al Guadalajara como una contratación bomba y grandes expectativas, sin embargo, ha resultado un completo fiasco; “Chicharito” mostró una actitud soberbia de perdonavidas muy tóxica para el equipo. Es cierto que Hernández tuvo una época importante, pero esos tiempos quedaron muy atrás y actualmente no tiene absolutamente nada qué aportar en la cancha, como futbolista profesional está acabado. Sería banca en cualquier equipo de la Liga dizque de Expansión.
Se han manejado varios nombres para sustituir al defenestrado: Matías Almeida, lo que está descartado porque el argentino renovó con el AEG de Atenas; Jaime Lozano, que no posee la fuerte personalidad necesaria para manejar un grupo como Chivas; Nacho Ambriz, que adolece de lo mismo que Lozano y; Tuca Ferretti, quien sí sería capaz de poner orden y darle a Chivas un nuevo rostro, pero cuyo único objetivo como DT es la selección (grupo de fracasados -muy ricos- que ni el mismísimo Tuca podría llevar al triunfo).
El verdadero problema del Guadalajara radica en su estructura, proyecto y forma de trabajar, desde el dueño, Amaury Vergara, que se muestra distante y poco interesado en el club en aras de su verdadera pasión que es el cine, hasta un grupo de jugadores que no atraviesan por la mejor etapa de su carrera, comenzando por el mencionado “Chicharito”. Además, dada su tradición de alinear únicamente jugadores mexicanos, Chivas está en una clara desventaja frente a cuadros plagados de extranjeros, situación que se magnifica en vista del escaso talento generado por el futbol nacional en las décadas recientes.
Pero sí hay solución según creo, la cual no pasa por contratar un buen técnico, por más que esto sea necesario, a saber: el dueño-empresario-cineasta de Chivas debe invertir en sus fuerzas básicas. Los resultados tardarían en verse, es una apuesta a mediano plazo, pero si las cosas se hacen bien el éxito deportivo y comercial están asegurados. Para clarificar: por su naturaleza y características, el Guadalajara debería ser la cantera natural de nuestro futbol, es una necesidad imperiosa, porque la mayoría de los jugadores mexicanos de elite, de por sí más escasos que los dientes de Jack Lambert (favor de goglear), no están dispuestos a ir a Chivas. Luego entonces, el verdadero talento que eventualmente surja de las fuerzas básicas (un claro ejemplo es el caso del excelente extremo derecho de 18 años Hugo Camberos, que la directiva debería retener a toda costa), mas un refuerzo de veteranos (que sí aporten, no como su majestad Javier I) y un DT competente, sin dudaharían la diferencia. Señor Amaury Vergara, déjese de películas, o en todo caso delegue en alguien que sí sepa y tenga altura de miras. Yo no le voy al Guadalajara, pero no me gusta ver al equipo más popular de México debatiéndose en la mediocridad y convertido en un desastre. Hasta el próximo jueves…